Antón recomienda unos consejos para conservar la
vida
Cuando alcancé mi juilación comprobé que los años de mi vida habían pasado con relativa prisa tras
observar frente al espejo que empezaba a deformarme, alterando mis mejillas haciéndolas más sobresaliente,
bajando los belfos, mientras,los ojos se
achinaban y los labios se mostraban mas estrechos y por añadido, en las cejas
aparecían las primeras canas. A punto quedarme sin pelo, que anunciaba
una jubilosa calvicie, aún mantenía un matojo de largos vellos al modo de
Tintin y además, como la musculación se
desinflaba mostraba brazos más cortos
y cierta flacidez en las piernas , que
repercutían en las rodillas, siendo
consciente que empezaba a fallar en las
escaleras. Al paso del espejo reconocí
que mi cara presentaba más anchura que
en otros tiempos, perdiendo agudezas faciales, y dientes destrozados por tanto empaste y
tornos, repletos de armaduras. No obstante la vida me sonreía, ajeno de
enfermedades y molestias, capacitado para correr una juerga y parecer joven.
En este orden para conservar mi vida y entretenerla
me atuve a ciertos criterios, entre otros: aprender
a sentirme sólo, como escuela del
largo periodo que se avecinaba, de vejez y ancianidad. La soledad la
asumiría con placer y cariño,
cultivándola a través de paseos por la
orilla del mar ,bosques y aceras,
mirando hacia fuera y adentro,
viendo a personas de toda condición y naturaleza ,entretenido en sus ropas
,gestos, andaduras, posiciones ,gestos ,obteniendo a través de este ejercicio
un incalculable proceso de maduración mental que podría servir para el desentrañamiento de las
profundidades del ánimo, de ahí que
recomendara a mis iguales a mirar y ver su ánimo, en aras a conservar
sus vidas, y se mantuvieran solijuntos.
En segundo lugar me coloqué en el criterio de aprender a pasar, expresión que en una
zona concreta del levante español se denomina “menfot”, que consiste en un
ejercicio reiterativo de tolerancia y flexibilidad mental que permite
resbalar pensamientos , actitudes y
sentimientos negativos y transformarlos en positivos, referentes a asuntos de
vital importancia ,incluso dramáticos,
pasando de cuestiones incidentales familiares
y con carácter especial, las respectivas de los hijos, del trabajo, no considerándose imprescindible, encomendando pasar de uno
mismo, fracturándose en el vestir ,hablar de manera desvergonzada, sirviéndose de la
ironía, la sonrisa y el chiste fácil.
En tercer lugar para conservar la vida, digo y mantengo que uno , en esta edad, debería quererse demasiado, cuidando con esmero su cuerpo,
espíritu, sensibilidad y trascendencia. Al cuerpo, en esas témporas no se le
debe castigar con esfuerzos sobrehumanos, reclamados por monitores deportivos, porque el cuerpo debe ser tratado con especial miramiento, hasta el
punto de hallarlo bello y útil, dentro de la edad ,agradeciéndole que permanezca de esa guisa, procurando admirar pies ,dedos y uñas, y dejando caer la mirada
,de vez en cuando, sobre las piernas que aún
permiten andar ,insistiendo en que mientras sirvan para dar los cien
pasos judíos ,estarás sano, y fíjarte en las
manos que son las herramientas que mas humanizan, y pensar en el amor ,en la comida, en el ejercicio de
las artes y en el cultivo de la música. En conclusión, no hacer deporte, no
meterse en la jungla de los gimnasios,
no caer en la neurosis de la forma física y del adelgazamiento, y cuídarte de
esas personas que invitan a hacer
ejercicios físicos, a caminar con prisas hasta agotarte y a cualquier actividad
que perturbe tu corazón, tensión o pulso. Porque tu pulso es tuyo. Llévalo con
dignidad.
En cuarto lugar
invitaría a mis iguales, extenso a los desiguales, a considerar la
exigencia de comer y beber con calidad,
esmerándome en conocer aquellos ingredientes naturales que dan vida y que bien cruzados y combinados
consiguen el deleite de los buenos manjares, y desplazarme a las ciudades y pueblos para visitar sus
plazas y mercados de abastos, y hablar
,hablar mucho con pescaderos, fruteros ,carniceros, verduleros y todos aquellos
que se ofician en tan nobles artes, y luego ,tras contemplar monumentos y ver a
personas irrepetibles ,comer en sitios donde la receta del plato que ofrezcan sean productos que hayan sido cultivados a su tiempo y en
terrenos colindantes. Tendrás que aprender a cocinar y conocer el aliño de las
carnes, pescados, así como las posibilidades de creación de salsas, ya que
comer y beber con calidad te proporcionará una cultura inconmensurable, hasta
el punto de que puedas ser un gran gurmet, somelier y chez de cocina ,que te hará grato a otras
personas en la conversa que puedas originar y mantener. Y tras una excelente
yantada sugiere dos opciones, andar más de los cien pasos judíos
y no llegar a los trescientos, o jugar una partida de mus y no parar de
envidar con la venia de comensales.
En quinto lugar para conservar la vida urgiría a que
se emplee diariamente un tiempo en leer
algo de poesía y de historia. La poesía al principio será una disciplina
que no motive porque es difícil de
cuajar , puesto que escribe de sentimientos y vivencias, pero si entras de
lleno en ellos verás que sales vuelto de luz y página, aplaudiendo a los poetas
que son los artistas de las intuiciones puras ,capaces de lograr imágenes
preciosas y retratarlas en un discurso, más que solemne ,dignas de sorpresa y
ser desveladas para el que logra resolver la ecuación .Y añado si sois capaces de encontraros con el poeta y con sus
versos majos, tocareis cielo.
La lectura de la historia tiene sentido en la madurez,
porque te ayuda a descubrir aconteceres
de personajes e instituciones ,trasportándote
a acontecimientos y eventos que dan contenido fantasmático a tu vida.
El sexto consejo consiste en que debes
evitar tensiones, conflictos y estress, y ante la presencia de dos asuntos
que compiten , tú debes decidir por
aquel que el ánimo y sensaciones empujen en primera definición, luego, si eres
riguroso, haz un árbol de decisiones con pesos factoriales y si el conflicto se
plantea entre un contendido interesante y otro que no lo es ,lo tienes claro, y
si por último se presentan dos asuntos a evitar procura sentar el principio del
primer ánimo y estado de sensaciones ,y sin escrúpulos ,decide por cualquiera de ellos. En esta
casuística y acorde con una jerarquía de
valores remitiría a mis iguales,
señalando prioridades, a saber : tu
vida; tu salud; tu pareja; tus hijos; tus padres ,hermanos y familia extensa; tu trabajo; tus amigos y tus
motivaciones más intensas. En este orden si por un momento se plantean en conflicto salud o trabajo, la
cuestión queda resuelta en beneficio de la vida y salud , igualmente si existe conflicto por
afrontamiento entre tu pareja y tus padres, la cuestión queda saldada con la
decisión de preferir a tu pareja.
El arte de evitación de conflictos conduce al séptimo
consejo que consiste en el cuidado de
los tuyos, que implica a tu pareja, tus hijos, tus padres, tus amigos, y compañeros de trabajo, y el resto
,excepcionalmente ,los pobres, enfermos ,gentes de otras razas y culturas ,
etc, por ese orden. Tu pareja es la figura esencial para cuidar tu vida,
aconsejándote que debes sembrar, en beneficio de tu vida, cariño y ternura,
regando sobre ella y de continuo en el proceso de la relación
frases ,expresiones y conductas que sean reflejos de un volcán de amor
El octavo consejo que emito para conservar la vida
hace referencia a mantener dos hábitos
que se deberían adoptar de manera
radical: primero, madrugar y segundo,
acostarte sin cenar, porque levantarse temprano te acerca a Dios, al sol y
al parto de la vida. Vive cuando nace la vida. Las
sensaciones de la Aurora
son frescas, ligeras, tonificantes y fluidas a la manera de los torrentes en
sus cauces de arriba, donde el agua todo lo atropella y asalta, libando las
piedras, exterminando agudezas y cresteras de piedras afiladas. Los
sentimientos de la mañana son por el acontecer enérgicos, apartando las probables depresiones que pudieran
hacerse presentes. De otro lado, acostarte sin cenar es un axioma de salud
según la doctrina al uso y que mi experiencia predica para evitar disgustos y
probables apneas y otras secuelas todas ellas desfavorables y tanáticas.
El noveno consejo, que cierra el decálogo , para favorecer la vida consiste
en armarse con una “gran y delicada oreja”, en
el sentido de que seas todo oído de lo
que se mueva en las ondas y especialmente entre aquellos que son tus referentes
personales, favoreciendo la conversa y el cultivo de temas interesantes,
cultivando en la radio lo que se dice en
tertulias, recorriendo los diales en busca de nuevos criterios ,
distintos de los tuyos, y mira a tu alrededor con el oído e interioriza ese
caudal de información para discutirlo con tu mismidad para tonificarte y
romperte. El oído te hará más vital y humano.
Y por fin en
el décimo consejo, te recomiendo a que mires
más y no verte o retratarse ante
cualquier espejo o lienzo con cara de estúpido, soberbio, prepotente , egoista
, etc, al contrario , en el sentido de
abrirte al mundo , a las personas e ideas ,cultivando la tolerancia y
flexibilidad del pensamiento
En consecuencia si no sigues esta prédica de
consejos quedas advertido que tu tono
vital tendera a cero, matándote. Tienes necesariamente que sorprenderte para
vivir, aprendiendo de la historia, de la radio, de los tuyos, en el transcurso
de las madrugadas y en la conversa con los poetas, de vez en cuando, y pasa,
pasa mucho cuando estés acompañado de personas conflictivas .