viernes, 15 de mayo de 2020

VALORES EN LAS ORGANIZACIONES JUVENILES,JULIO DE ANTON

El País publica un editorial en fecha 11 de marzo de 2012, con un titular,
ya conocido, “Frustración Juvenil” en el que desarrolla unas importantes
declaraciones, por su evidencia, entre otras :
-que el desempleo y precariedad laboral que sufren los jóvenes españoles son
síntomas de un fracaso colectivo .
-que la falta de perspectivas laborales junto con la crisis y recesión agudizan
el drama español hasta extremos insostenibles.
-que una gran mayoría de jóvenes perciben inalcanzable un empleo que
roce los mil euros
-que la tasa de paro juvenil ha escalado un ritmo acelerado en los últimos
cinco años hasta el 49,9%, lo que supone duplicar la media de la Unión
Europea..
-que la ausencia de políticas activas de empleo y los insuficientes intentos
de modificar los patrones de crecimiento se han venido a unir a una crisis
económica devastadora en términos de desempleo.
-que el empobrecimiento general de la población con el recorte masivo de
ingresos está perjudicando de manera inmisericorde a los más jóvenes.
-que el 89% de la población española considera que la situación económica
es mala o muy mala, lo que marca un récord de pesimismo que es un
lastre para el sistema..
-que 300.000 jóvenes españoles habrían emigrado desde el inicio de la crisis,
dilapidando así el beneficio que España puso a su alcance y que esa falta
de perspectivas se convertirá en un peligroso caldo de cultivo para el conflicto
social.
Esa frustración podría explicar la presencia de la Indignación masiva de
jóvenes en las plazas de toda España y ciudades significativas como Berlín,
París y Londres, donde muestran desde su estado festivo al más violento y
radical, que se observa de manera global en el mundo, al menos en las ciudades
en crisis donde coincidan eventos económicos mundiales, y singularmente
en el ámbito de algunas ciudades españolas por encima de los cien
mil habitantes, capaces de movilizar a masas de estudiantes y parados juveniles,
junto con emigrantes, empujados/apoyados por la izquierda radical y
ciertos anarquistas, auténtico nicho de aquellos indignados.
Esa frustración ha conducido a una violencia estructural en la medida que
esas situaciones anteriormente citadas producen daño en la satisfacción de
necesidades básicas de los jóvenes como resultado de un proceso, mas o
menos largo, de estratificación social, lo que significa la existencia de un
conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales, por parte de unos
frente a otros.
¿Y de qué necesidades básicas hablamos entre los jóvenes? La respuesta a
esta cuestión nos la da Maslow en su Pirámide, que como es sabido se
estructuran en diferentes planos y alturas, situando en la base las
Fisiologicas, que implican respirar, alimentarse, descansar, sexo y salud,
seguidas por aquellas que hacen referencia a la Seguridad, que expresa
empleo, familia, salud, física y propiedad privada; Afiliación sería el tercer
plano, que contiene valores como amistad y afecto ; el cuarto plano lo contempla
el Reconocimiento, que enreda conceptos como autoestima, confianza,
respeto, éxito; y por último, Autorrealización, que conlleva creatividad,
espontaneidad, libertad individual, falta de prejuicios, aceptación de
hechos, y solución de problemas.
De otro lado Johan Galtung, matemático y sociólogo noruego nos remite a
su celebrado triángulo de la violencia, situando en los vértices de la base a
dos violencias, la cultural y estructural, que las define como invisibles, y
en la cúspide o vértice superior del triángulo la violencia directa, que afirma,
con rotundidad, su visibilidad, característica esencial que la diferencia
de las otras dos, y con un peso insignificante respecto de aquellas ubica-
12 Dr. Julio de Antón
das en la base del triángulo, aunque es el resultado de la acción/omisión de
las mismas
Cuando J.Galtung escribe sobre violencia estructural lo hace para poner en
evidencia que aquella frustración juvenil viene desarbolada por la presencia/
ausencia de estímulos que satisfagan necesidades, las más básicas de
todas, aquellas que se colocan en los planos inferiores de la pirámide de
Maslow, referentes a las necesidades vitales o fisiológicas y aquellas que se
sostienen en el terreno de la seguridad personal, familiar, laboral, asistencia
medico-farmacéutica y hospitalaria..
Y en este orden si cruzamos la frustración juvenil editada en cabecera por
el diario El País con las necesidades planteadas por Maslow en su pirámide
y mezclamos las mismas con las violencias que propone Johan Galtung
en su triángulo de visibilidad e invisibilidad, las resultantes podrías ser
catastróficas en el orden social/político hasta el punto de producir desencuentros
que perturben a la ciudadanía y dé lugar a enfrentamiento como
en algunos espacios urbanos están ocurriendo, entre otras:
-que una de las partes, la juventud, en sus diversas manifestaciones, estudiantiles,
desfavorecidos, marginados, empobrecidos, tribus urbanas reivindicativas,
radicales, etc, se levanten y empiecen a replicar en la calle sus
demandas en orden a requerir/urgir la satisfacción de sus necesidades básicas
e imprescindibles.
-que otra de las partes, el capitalismo, representado por entidades financieras,
banca, empresarios y Gobiernos que los sustentan, desoyan aquellas
demandas básicas e imprescindibles y se hagan sordos de solemnidad, sin
afrontar los problemas de este orden.
-que en el conflicto se inicie por una mecha, cualquiera que fuere, pero suficiente
para prenderla en aquellos colectivos juveniles que reclaman satisfacción
de necesidades y que viven en una continua situación frustrante.
-que la otra parte, dueña de los medios de producción, recursos, y de aquellos
Gobiernos que sostienen al capitalismo salvaje, ignorando el Estado del
Bienestar, se vuelvan más egoistas, conservadores, intransigentes, intolerantes
e insolidarios con aquellos jóvenes, los más débiles y desfavorecidos de la
Introducción 13
sociedad y que esta parte sea la que lance/empuje a fuerzas de seguridad
para afrontar las urgencias de insatisfacciones incumplidas y deseadas por
la mayoría de una juventud frustrada.
Y es bien sabido que una inmensidad de jóvenes de cualquier condición y
naturaleza, aparte de no ver logradas las necesidades básicas que se mueven
entre las vitales y de seguridad, no son capaces de tocar aquellas situadas
en niveles superiores e intermedios como es el caso de logro de autoestima,
confianza, respeto y éxito, y más, aquellas necesidades que se
desplazan en los terrenos de la autoafirmación, que implican creatividad,
ausencia de prejuicios, aceptación de hechos y solución de problemas a nivel
individual.
Y en la medida de que se busque o pretenda la felicidad, objetivo a cumplir
por todas las partes en conflicto, jóvenes antisistema y capitalismo neoliberal,
deberían indagar conjuntamente la solución más favorable para solventarlo,
a fin de evitar confrontaciones, aportando, una y otra parte, en la
medida que pudieran, la pretensión de logro de que impere entre ellos la
verdad y el juego limpio, la justicia y bondad, el sentido lúdico y búsqueda
de lo significativo .
Dr. Julio de Antón
Director del Observatorio de los Antisistema

LOS ANTISISTEMA


El País publica un editorial en fecha 11 de marzo de 2012, con un titular,
ya conocido, “Frustración Juvenil” en el que desarrolla unas importantes
declaraciones, por su evidencia, entre otras :
-que el desempleo y precariedad laboral que sufren los jóvenes españoles son
síntomas de un fracaso colectivo .
-que la falta de perspectivas laborales junto con la crisis y recesión agudizan
el drama español hasta extremos insostenibles.
-que una gran mayoría de jóvenes perciben inalcanzable un empleo que
roce los mil euros
-que la tasa de paro juvenil ha escalado un ritmo acelerado en los últimos
cinco años hasta el 49,9%, lo que supone duplicar la media de la Unión
Europea..
-que la ausencia de políticas activas de empleo y los insuficientes intentos
de modificar los patrones de crecimiento se han venido a unir a una crisis
económica devastadora en términos de desempleo.
-que el empobrecimiento general de la población con el recorte masivo de
ingresos está perjudicando de manera inmisericorde a los más jóvenes.
-que el 89% de la población española considera que la situación económica
es mala o muy mala, lo que marca un récord de pesimismo que es un
lastre para el sistema..
-que 300.000 jóvenes españoles habrían emigrado desde el inicio de la crisis,
dilapidando así el beneficio que España puso a su alcance y que esa falta
de perspectivas se convertirá en un peligroso caldo de cultivo para el conflicto
social.
Esa frustración podría explicar la presencia de la Indignación masiva de
jóvenes en las plazas de toda España y ciudades significativas como Berlín,
París y Londres, donde muestran desde su estado festivo al más violento y
radical, que se observa de manera global en el mundo, al menos en las ciudades
en crisis donde coincidan eventos económicos mundiales, y singularmente
en el ámbito de algunas ciudades españolas por encima de los cien
mil habitantes, capaces de movilizar a masas de estudiantes y parados juveniles,
junto con emigrantes, empujados/apoyados por la izquierda radical y
ciertos anarquistas, auténtico nicho de aquellos indignados.
Esa frustración ha conducido a una violencia estructural en la medida que
esas situaciones anteriormente citadas producen daño en la satisfacción de
necesidades básicas de los jóvenes como resultado de un proceso, mas o
menos largo, de estratificación social, lo que significa la existencia de un
conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales, por parte de unos
frente a otros.
¿Y de qué necesidades básicas hablamos entre los jóvenes? La respuesta a
esta cuestión nos la da Maslow en su Pirámide, que como es sabido se
estructuran en diferentes planos y alturas, situando en la base las
Fisiologicas, que implican respirar, alimentarse, descansar, sexo y salud,
seguidas por aquellas que hacen referencia a la Seguridad, que expresa
empleo, familia, salud, física y propiedad privada; Afiliación sería el tercer
plano, que contiene valores como amistad y afecto ; el cuarto plano lo contempla
el Reconocimiento, que enreda conceptos como autoestima, confianza,
respeto, éxito; y por último, Autorrealización, que conlleva creatividad,
espontaneidad, libertad individual, falta de prejuicios, aceptación de
hechos, y solución de problemas.
De otro lado Johan Galtung, matemático y sociólogo noruego nos remite a
su celebrado triángulo de la violencia, situando en los vértices de la base a
dos violencias, la cultural y estructural, que las define como invisibles, y
en la cúspide o vértice superior del triángulo la violencia directa, que afirma,
con rotundidad, su visibilidad, característica esencial que la diferencia
de las otras dos, y con un peso insignificante respecto de aquellas ubica-
12 Dr. Julio de Antón
das en la base del triángulo, aunque es el resultado de la acción/omisión de
las mismas
Cuando J.Galtung escribe sobre violencia estructural lo hace para poner en
evidencia que aquella frustración juvenil viene desarbolada por la presencia/
ausencia de estímulos que satisfagan necesidades, las más básicas de
todas, aquellas que se colocan en los planos inferiores de la pirámide de
Maslow, referentes a las necesidades vitales o fisiológicas y aquellas que se
sostienen en el terreno de la seguridad personal, familiar, laboral, asistencia
medico-farmacéutica y hospitalaria..
Y en este orden si cruzamos la frustración juvenil editada en cabecera por
el diario El País con las necesidades planteadas por Maslow en su pirámide
y mezclamos las mismas con las violencias que propone Johan Galtung
en su triángulo de visibilidad e invisibilidad, las resultantes podrías ser
catastróficas en el orden social/político hasta el punto de producir desencuentros
que perturben a la ciudadanía y dé lugar a enfrentamiento como
en algunos espacios urbanos están ocurriendo, entre otras:
-que una de las partes, la juventud, en sus diversas manifestaciones, estudiantiles,
desfavorecidos, marginados, empobrecidos, tribus urbanas reivindicativas,
radicales, etc, se levanten y empiecen a replicar en la calle sus
demandas en orden a requerir/urgir la satisfacción de sus necesidades básicas
e imprescindibles.
-que otra de las partes, el capitalismo, representado por entidades financieras,
banca, empresarios y Gobiernos que los sustentan, desoyan aquellas
demandas básicas e imprescindibles y se hagan sordos de solemnidad, sin
afrontar los problemas de este orden.
-que en el conflicto se inicie por una mecha, cualquiera que fuere, pero suficiente
para prenderla en aquellos colectivos juveniles que reclaman satisfacción
de necesidades y que viven en una continua situación frustrante.
-que la otra parte, dueña de los medios de producción, recursos, y de aquellos
Gobiernos que sostienen al capitalismo salvaje, ignorando el Estado del
Bienestar, se vuelvan más egoistas, conservadores, intransigentes, intolerantes
e insolidarios con aquellos jóvenes, los más débiles y desfavorecidos de la
Introducción 13
sociedad y que esta parte sea la que lance/empuje a fuerzas de seguridad
para afrontar las urgencias de insatisfacciones incumplidas y deseadas por
la mayoría de una juventud frustrada.
Y es bien sabido que una inmensidad de jóvenes de cualquier condición y
naturaleza, aparte de no ver logradas las necesidades básicas que se mueven
entre las vitales y de seguridad, no son capaces de tocar aquellas situadas
en niveles superiores e intermedios como es el caso de logro de autoestima,
confianza, respeto y éxito, y más, aquellas necesidades que se
desplazan en los terrenos de la autoafirmación, que implican creatividad,
ausencia de prejuicios, aceptación de hechos y solución de problemas a nivel
individual.
Y en la medida de que se busque o pretenda la felicidad, objetivo a cumplir
por todas las partes en conflicto, jóvenes antisistema y capitalismo neoliberal,
deberían indagar conjuntamente la solución más favorable para solventarlo,
a fin de evitar confrontaciones, aportando, una y otra parte, en la
medida que pudieran, la pretensión de logro de que impere entre ellos la
verdad y el juego limpio, la justicia y bondad, el sentido lúdico y búsqueda
de lo significativo .
Dr. Julio de Antón
Director del Observatorio de los Antisistema